#24EPAROGENERAL
APA paró los aeropuertos de todo el país por 24 horas en adhesión al Paro General dispuesto por CTA-T y CGT. Compartimos algunas instantáneas de un día histórico
El 24 de enero fue para la Argentina una jornada histórica, de esas que quedan en la memoria de todo un pueblo.
Para las y los aeronáuticos, no fue distinto: preparamos el Paro General de 24 horas, en todos los aeropuertos del país y en todas las empresas del sector. Pocas horas antes de iniciarse la medida, recibimos una ilegítima conciliación obligatoria de la Secretaría de Trabajo (el Ministerio volvió a dejar de ser Ministerio).
Una intimidación ilegítima que no iba a detener a miles de compañeras y compañeros: a minutos del 24 de enero, se vaciaron los aeropuertos de todo el país. Se cancelaron cerca de 300 vuelos. El acatamiento fue absoluto en todas las bases del país y en todas las empresas del sector: Aerolíneas Argentinas, Intercargo, FAdeA, AA2000, Interbaires, Duty Paid, Gol, Avianca.
Antes del mediodía, hora en que iniciaba el paro de la CGT, ya estábamos concentrados en el centro de la capital, a cuadras del Congreso, y en varias Plazas de otras ciudades que también se llenaron de trabajadores, pancartas, consignas, movimientos sociales y la misma protesta: que no se valide el DNU 70/23 ni el proyecto de ley ómnibus que ya obtuvo dictamen en el Congreso. Un escándalo político de similares aristas a las de "Ley Banelco" en épocas de la Alianza, (preludio de una lluvia de denuncias de coimas a legisladores y el principio del fin del gobierno de Fernando de la Rúa)
Varios de los capítulos del DNU están dirigidos a apropiarse del mercado aéreo: modifican el Código Aeronáutico, anulan la ley de política aérea (19030), disponen la apertura de los cielos, la desregulación tarifaria y condicionan el derecho a huelga estableciendo la esencialidad de los servicios aéreos.
No olvidamos tampoco el capítulo laboral: respecto de estas modificaciones, APA fue uno de los primeros sindicatos en obtener un amparo favorable, para evitar la aplicación de estas normas nefastas para las y los trabajadores.
Decíamos que comenzábamos la mañana mirando los aeropuertos vacíos, y yendo a una manifestación en la que participaron -se estima- más de 1.500 000 personas en toda la Argentina.
La noche anterior, una vez más, como hace varias noches, muchas y muchos de nosotros nos fuimos a dormir sin poder creer la pesadilla que representa este nuevo gobierno de odiadores de pobres, de amigos de los ricos, que proclaman con orgullo una nueva colonia a disposición de cualquier imperio que la quiera tomar. Se puede llamar EEUU o se puede llamar Elon Musk o Paolo Rocca en la versión vernácula, pero sólo se trata de entregar todo a cambio de suculentas ganancias para los amigos. Nuestras tierras, el litio, el agua, los peces, la cultura, los cielos, los ministerios, el gas, el petróleo.... todo. Nada debe quedar en pie según ellos. Todo debe estar -otra vez- en las mismas sucias manos privadas que ya nos privaron de todo, en la dictadura como ensayo, y en los 90 como primer acto.
Muchas y muchos también tenemos una sensación de que están ocurriendo muchas cosas al mismo tiempo, y hay una reacción popular que -aunque incipiente todavía- parece guardar en su memoria todo el dolor que dejó la dictadura, todos los ideales de nuestrxs 30000, toda la desocupación heredada de las privatizaciones, y todas las ganas de luchar.
Decíamos que para el mediodía del 27 el país entero estaba en ascuas. Las estaciones de trenes llenas de gente cantando, micros detenidos en Puente Pueyrredón, cuadras y cuadras de gente marchando en Tucumán, Santiago del Estero. Plazas llenas en Rosario, Jujuy, Salta, Mendoza, Bahía Blanca, Bariloche, Ushuaia, Esquel, Iguazú, Santa Fé, Posadas, Paraná, San Luis, San Juan, San Martín de los Andes, Neuquén, Río Gallegos, Comodoro Rivadavia, Mar del Plata, ¡Mar Azul!, Córdoba, Resistencia, Formosa, Y las y los aeronáuticos estuvimos ahí.
Un escalofrío nos circula por el cuerpo al ver la foto interminable del Congreso, las Madres en la concentración, la Memoria intacta. Globos en el aire proclamando “las fuerzas del suelo”.
Decíamos que más de 1 millón de personas salió a expresarse contra los tiranos y corruptos.
Parece que son nuevos tiempos en los que hay que desdoblar las banderas, cambiarle la letra a viejas canciones de protesta, llevar un limón en la mochila por si tiran gases y extender el abrazo a las y los compañeros. Parece que es tiempo de volver a construir con nuevas formas, lo colectivo.
Y llevar el orgullo de que, como aeronáuticxs, seremos parte de esa nueva construcción.
Aeronáuticxs participan en las movilizaciones de todo el país