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Mar, 07/05/2019 - 18:12

Julian Assange y la persecución por los Wikileaks

En este número, AEROGREMIAL entrevistó a Santiago O’Donnell, autor de Argenleaks, sobre la persecución a Julian Assange por su difusión de los Wikileaks 
 

El 11 de abril último, el mundo despertó sacudido por la detención del cofundador de Wikileaks, Julian Assange, en la embajada ecuatoriana en Londres, donde estaba refugiado desde hacía siete años. De este modo, el australiano más famoso de los últimos tiempos quedó más cerca de ser extraditado a Estados Unidos, donde se lo reclama por la revelación de miles de cables secretos que desnudan la política exterior de ese país y otras grandes potencias, a través del creado por Assange. 
El periodista Santiago O’Donnell, jefe de la sección El Mundo del diario Página 12, director de la Maestría en Periodismo de la UBA y profesor de la sede en Buenos Aires de la Universidad de Nueva York, es probablemente uno de los argentinos que más conoce a Julian Paul Assange. De hecho, dos de los cuatro libros que ha escrito se refieren al material desclasificado: “Argenleaks: Los cables de Wikileaks sobre la Argentina, de la A a la Z” y “PolitiLeaks: Todo lo que la política argentina quiso esconder”, donde da cuenta de la injerencia de Estados Unidos en las diversas áreas del quehacer nacional.

Para Santiago O’Donnell, Assange es un tipo capaz y valiente que puso en jaque a los grandes medios del mundo por ser incapaces de publicar lo que él sí se animó. En diálogo con Aerogremial, criticó duramente además al actual presidente ecuatoriano, Lenin Moreno, quien, por confrontar con su mentor y antecesor, Rafael Correa, decidió no sólo entregar a un activista al Estado que lo persigue sino también por la manera “cruel y chabacana” como ha denostado a “una persona tan importante en la historia de la comunicación mundial y en la de Ecuador”.

-Aerogremial (AG)- ¿Qué reveló Wikileaks sobre la Argentina?

-Santiago O’Donnell (SOD)- Son 2500 a 2800 cables, con revelaciones muy importantes, sobre todo de personajes de la política y de la cultura. Desde los presidenciables: Macri, Cristina, Massa, pasando por el grupo Clarín, Tinelli; de muchos lados. Una parte refiere a qué tipo de relación tenían con la Embajada de EE.UU. en Buenos aires, si eran genuflexos, etc., qué cosas les pedía la embajada, quiénes eran sus informantes secretos, como, por ejemplo, el ex presidente del Banco Central y economista Martín Redrado, o cómo la embajada miraba la Argentina, cómo analizaba distintos eventos, por ejemplo, el programa Showmatch. También aportan qué tipo de negocios le interesa a Estados Unidos hacer en la Argentina, cómo era realmente la relación entre ambos países, muchas veces muy diferente a lo que se leía en los diarios.

-¿Quién es Julián Assange?

-En su origen, es una mezcla de activista, hacker y matemático, que luego dio creación al primer sitio de mega filtraciones de la historia del mundo y empezó a publicar sobre poderosas corporaciones, agencias de inteligencia, fuerzas armadas, bancos y delegaciones diplomáticas, que es Wikileaks.

-¿Por qué EE.UU lo pide tan insistentemente? ¿Qué rol juega Suecia con la acusación de abuso sexual, es funcional o auténtica?

-Nunca Suecia lo acusó de nada. Lo que hubo fue una investigación y un pedido de captura a Gran Bretaña para interrogarlo y decidir si le presentaban cargos o no. Es una especie de extradición acelerada. Cuando terminó ese proceso judicial, con un fallo de la Corte Suprema británica para enviarlo a Suecia, en vez de entregarse a la policía, Julián Assange se asiló en la embajada ecuatoriana. Violó así la libertad condicional británica, que es algo muy menor y la mayoría de las veces se resuelve sólo con una multa, pero debía comparecer ante un juez. Por eso, cuando fue sacado de la embajada de Ecuador fue detenido para comparecer ante el juez por violar la correccional. Ahí llegó el pedido de extradición de EE.UU por violaciones que tienen que ver con delitos informáticos. Por eso está detenido hoy.

-¿Qué pensás que va a resolver la justicia británica?

-Si hubiera un cambio de gobierno, el líder del partido laborista, Jeremy Corbyn, ha declarado públicamente que está en contra de la extradición. Pero a pesar de que la actual Primera Ministra, la conservadora Theresa May, está a maltraer con el tema Brexit, Corbyn está bastante lejos de tener una mayoría como para arrebatarle el puesto. Y mientras sea May la primera ministra, el tratado de extradición es muy, muy favorable a EE.UU y en un altísimo porcentaje los ciudadanos que Estados Unidos le reclama a Inglaterra son enviados.

CONSPIRACION Y PENA DE MUERTE

-¿Qué le espera a Assange en Estados Unidos?

-Eso es un gran misterio. La acusación por la cual lo piden es algo menor. Es por el intento fallido de ingresar a un computador. Pero según el pedido de extradición, ese cargo forma parte de una conspiración mucho más amplia que tiene que ver con la sustracción que hizo su fuente, la soldado Chelsea Manning, de 400 mil documentos secretos sobre la guerra de Iraq; 90 mil sobre la de Afganistán; 250 mil cables diplomáticos y 800 documentos sobre la cárcel de Guantánamo. Si bien no lo acusan directamente respecto de esos documentos, en los fundamentos se dice que la razón por la que se lo reclama, un delito informático menor, implicaba esta conspiración.

“Estados Unidos tiene un plazo de aproximadamente dos meses para agregar nuevos cargos en contra de Assange y puede hacerlo, o dejar el único cargo que hoy hay en su contra. Lo que está claro es que una vez que esté en Estados Unidos, por ley, no se pueden sumar acusaciones al pedido de extradición. Lo que sí puede hacer es, en base a un mismo delito, agregar otros cargos. Y si el documento describe la conspiración como algo mucho más grave que un intento de hackeo fallido, eventualmente se lo puede acusar de espionaje o de traición a la patria. Pero si bien el estado norteamericano de Virginia contempla la pena de muerte, la legislación europea, a la que suscribe Gran Bretaña, no permite que lo extraditen para enfrentar esa condena, pero si le agregan nuevos cargos, ya sea en Gran Bretaña misma o una vez que sea extraditado a EE.UU sí podría enfrentar, quizás, una acusación que implique una condena mucho más grande que la de hasta ahora, que es de máximo 5 años de prisión. O sea, de cumplimiento efectivo de uno o dos, a lo sumo”.

-¿A Assange lo conocés en términos personales, qué relación tenés con él, tenés diálogo hoy?

-Sé que tiene bastante restringido el acceso. Lo conozco, tengo una linda relación profesional con él, producto de haberlo entrevistado varias veces, conozco a varias personas que están cerca suyo, pero no pertenezco ni a su círculo íntimo ni tengo una relación que va más allá de lo profesional. Por supuesto que estoy preocupado y trato de hablar con sus cercanos, pero no tengo trato directo con él. Y cuando él se quiere comunicar conmigo, que la última vez fue hace un par de meses, lo hace a través de terceras personas.

INTELIGENTE, IMPULSIVO Y LIBERTARIO

-¿Cómo lo describirías, ¿qué lo motivó a transparentar la intervención y operaciones de Estados Unidos en otros países?

-Es muy inteligente y, por otro lado, muy impulsivo, casi como un chico malcriado al que no le gusta que le digan que no. Es un gran amante de la libertad. Nunca le gustó la autoridad, me parece que es un hombre brillante que muchas veces las cosas las hace por impulso y las teoriza después. Él genera grandes teorías, pero a partir de sus impulsos, sus intereses, su adrenalina. Le interesó, por ejemplo, conocer qué hay detrás de las grandes corporaciones. Al principio hackeaba sus sitios casi por diversión. Después descubrió que esos lugares estaban llenos de gente con valores morales que no necesariamente eran reflejados en esas corporaciones, entonces imaginó un sistema por el cual esas mismas personas se podían convertir en denunciantes. Así nació Wikileaks. Assange es un tipo muy libertario y valiente que tenía una gran habilidad para armar sistemas de divulgación y tratar de transparentar a las grandes corporaciones.

-¿Hay organizaciones civiles en el mundo, en particular en EEUU y Gran Bretaña, haciendo campaña para mostrar que es importante que no lo extraditen?

-Eso lo decís vos. Yo no sé si no es importante que vaya a Estados Unidos. Si allí le va bien y gana el juicio, su caso puede cambiar la historia de cómo la gente piensa. Efectivamente, los grandes organismos de la sociedad civil se oponen a que él sea extraditado y eso me parece bien, porque no es justo que lo hagan por revelar secretos que son documentos verdaderos, de interés público y no se le puede pedir otra cosa a un periodista. En todo caso, tiene un nivel de precisión muchísimo mejor que cualquier medio y tiene todo el derecho del mundo a callarse o respaldarse en los derechos que tenemos los periodistas. Hay algunos organismos como Humans Right Watch, la Asociación por los Derechos Civiles en EE.UU y varias otras ONG muy importantes que defienden los derechos humanos y la libertad de expresión que, como bien decís vos, se oponen a la extradición y a que haya sido detenido por Gran Bretaña. Pero, para mí lo más llamativo, es el aislamiento total en que se encuentra. Por un lado, todas las grandes potencias, tanto la Unión Europea, como China, Rusia o EE.UU, no lo quieren por los secretos que ha revelado, y al mismo tiempo ha interpelado y expuesto a los grandes medios del mundo, exponiéndolos como incapaces de publicar lo que él publica y también lo han demonizado. Entonces la opinión publica en Ecuador sobre todo está en su contra, en Gran Bretaña está muy dividida y en Estados Unidos mayoritariamente, en contra. Aunque, además de los organismos que te mencioné lo han defendido y cada vez más gente toma conciencia de la importancia de lo que está viviendo. Su situación actual en general es parecida a lo que vivía dentro de la embajada porque allí tenía un aislamiento físico, ahora es político, legal y profesional.

CONTRA CORREA

-¿Por qué crees que Lenin Moreno le sacó el asilo?

-Assange era una pieza fundamental de la política exterior de Rafael Correa, casi diría un eje de ella. Por un lado, su gobierno se plantaba ante los grandes imperios, teniendo a un ícono de la libertad de expresión, ponía a Ecuador en el mundo, generaba todo un movimiento de intelectuales y demás que pasaban por la embajada en Londres para visitarlo. Era una pieza muy importante y una tarjeta de presentación. Nunca en su historia Ecuador hizo tanto ruido a nivel mundial. Viene Lenin Moreno y quiere despegarse completamente y hacer todo lo contrario de lo que hizo Correa: acercarse a Estados Unidos, alejarse de esta alianza que había forjado Correa con las potencias emergentes, quiere reconciliarse y hacerse amigo de Gran Bretaña y demás y Assange era claramente un obstáculo para ese giro. Por ello, eligió distanciarse de las políticas de Correa, de sus decisiones y símbolos en política exterior. Assange terminó siendo un instrumento de Lenin Moreno en su guerra contra Rafael Correa. Recordemos que Moreno fue vicepresidente de Correa, elegido por Correa para sucederlo y a veces cuando uno traiciona a la persona que lo pone ahí termina siendo más violento y despiadado. Es una falta de respeto a la inteligencia de la gente pretender hacer creer que, a Assange, el presidente de Ecuador lo echó de la embajada porque se portaba mal o andaba en patineta.

“Por otro lado, es muy cruel y chabacana la manera en que se refirió a una persona tan importante en la historia de la comunicación mundial y en la de Ecuador. Es una especia de saña innecesaria más respecto de alguien que no se podía ni asomar a la ventana porque temía que lo mataran. Era la persona más espiada del mundo que se enfrentó a todos los grandes poderes. Fue muy cruel y casi milagroso que Julian Assange haya resistido 7 años sin tener aire fresco ni luz natural”.